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Soy Luis, el creador de Miola Ceramics. Soy de Barcelona y estoy licenciado en Psicología. Empecé Miola en 2018 y, poco después, me di cuenta de que mi cerámica tenía algo más que arte.
Te explico:
Llevaba vendidas algunas pocas figuras cuando recibí un mensaje de un cliente. Me dijo que la figura de su perro le había gustado tanto que quería que lo supiera. Pero lo que más ilusión me hizo fue que me dijera que cada vez que veía la figura (su perro murió recientemente) la pena por su pérdida se le había aligerado.
Eso me hizo feliz. Porque yo he tenido 5 perros y sé lo que es.
Que una de mis figuras, hecha con mis manos, tuviera algo de terapéutico, eso me alegró.
Un tiempo después una mujer me escribió para contarme lo siguiente:
Era un gato, un gato blanco con una manchita marrón en una oreja. Al gato no le pasaba nada, pero se lo había llevado su hija al mudarse de casa de sus padres.
Y la mujer lo echaba de menos.
Me aseguraba que la figura de cerámica le ayudó a superar su ausencia. “Veo su carita y esos ojos tan grandes que le has puesto, y me río. Es absolutamente él. Has captado su esencia”, me dijo.
Pero lo mejor viene ahora.
Atención:
Tiempo después abrí una tienda online en Etsy. Allí vendí muchas figuras por todo el mundo. Fue un éxito inesperado.
Un día alguien escribió una reseña que me marcó mucho. Era una chica que había comprado una pareja de ratones enamorados durmiendo en una cama. Ese testimonio sí que lo he podido rescatar.
Y lo pongo aquí, porque como psicólogo de vocación que soy, estas cosas me llenan de alegría.
La reseña está en inglés, pero traducida al español dice esto:
“Esto es, sin exagerar, la cosa más hermosa que he visto.
Compré esto en medio de un episodio depresivo, justo antes de registrarme en el hospital, cuando regresé y desenvolví mi paquete, pensé, ah, ahí están.
Podría haber sido una compra impulsiva que probablemente no podía pagar, pero no me arrepiento. En palabras de mi amigo, «esa cosa traerá la paz mundial».
Me encanta la ligera aspereza, los colores únicos y calmantes de la colcha, y el hecho de que uno de los ratones tiene un pequeño lunar rosa. Se puso mucho amor en esto, puedo decirlo.
Siempre será un recordatorio de cómo me sentí al salir de un episodio depresivo sintiéndome renovada.”
Yo sólo sé que me gusta mi trabajo y que lo hago con devoción, cuidado y detalle.
Si tú tienes alguna de mis figuras, ya sabes de lo que hablo.
Quizá mis animales de cerámica sólo sean un bonito objeto decorativo. Pero lo cierto es que para mí y para mucha gente son más que eso.
Nunca imaginé que con las manos llenas de barro podría tocar a tanta gente.
Sólo os puedo dar las gracias.
Si quieres una figura hecha por mí, escríbeme:
THE TRUE (and surprising) STORY of MIOLA Ceramics
I am Luis, the creator of Miola Ceramics. I am from Barcelona and hold a degree in Psychology. I started Miola in 2018 and, shortly after, I realized that my ceramics had something more than just art.
Let me explain it:
I had sold a few pieces when I received a message from a customer. He told me that he liked the figure of his dog so much that he wanted me to know. But what made me happiest was when he said that every time he saw the figure (his dog had recently passed away), the sorrow from his loss was alleviated.
That made me happy because I have had 5 dogs and I know what it’s like.
That one of my figures, made with my own hands, had something therapeutic, really made me happy.
Some time later, a woman wrote to tell me the following:
It was a cat, a white cat with a little brown spot on one ear. The cat was still alive, but her daughter had taken it when she moved out of her parents’ house.
And the woman missed it.
She assured me that the ceramic figure helped her overcome its absence. «I see its little face and those big eyes you’ve given it, and I laugh. It’s absolutely him. You’ve captured his essence,» she told me.
But the most beautiful part comes now.
Attention:
Some time later, I opened an online store on Etsy. There, I sold many figures worldwide. It was an unexpected success.
One day, someone wrote a review that deeply affected me. It was a girl who had bought a pair of loving mice sleeping in a bed. I was able to retrieve that testimony.
And I include it here because, as a psychologist by vocation, these things fill me with joy.
The review says:
«This is, without exaggeration, the most beautiful thing I have seen.
I bought this in the middle of a depressive episode, just before checking into the hospital. When I returned and unwrapped my package, I thought, ah, there they are.
It could have been an impulsive purchase that I probably couldn’t afford, but I don’t regret it. In my friend’s words, ‘that thing will bring world peace.’
I love the slight roughness, the unique and calming colors of the quilt, and the fact that one of the mice has a small pink mole. A lot of love was put into this, I can tell.
It will always be a reminder of how I felt coming out of a depressive episode feeling renewed.«
If you have any of my figures, you know what I’m talking about.
I only know that I love my work and that I do it with devotion, care, and detail.
Perhaps my ceramic animals are just a beautiful decorative object. But the truth is that, for me and for many people, they are more than that.
I never imagined that with hands full of clay, I could touch so many people.
I can only say thank you.
If you want a figure made by me, write to me: